miércoles, 29 de mayo de 2013

Poder aéreo: Bases para una Fuerza Aérea Expedicionaria

Una perspectiva de la Fuerza Aérea Expedicionaria (FAE)
Planificación y conducción de las operaciones expedicionarias
 
Autor: Daniel Mortensen 
Fecha de publicación: 16/07/2002 


Las organizaciones militares han efectuado operaciones expedicionarias por siglos; durante el último siglo, los aviadores han adoptado las fuerzas aéreas expedicionarias. Nuestra encuesta preliminar sobre el tema reveló una amplia serie de ejemplos históricos que le ofrecen lecciones útiles a aquellos aviadores que buscan entender mejor los retos que conllevan utilizar fuerzas aéreas expedicionarias a inicios del siglo XXI. Algunos ejemplos que se han tomado desde los inicios tienen que ver con operaciones terrestres completamente desprovistas de un elemento aéreo. Pero, inclusive en situaciones donde no hay un elemento aéreo, un sinnúmero de factores significativos relacionados con los aviadores son fácilmente aparentes. Por ejemplo, uno piensa en cuestiones que tienen que ver con la inteligencia, la logística, la mezcla de fuerzas, la protección de fuerzas, tareas consecutivas, innovación operacional y muchos otros factores. 

En resumen, nuestra encuesta de experiencias anteriores pone de relieve muchas lecciones instructivas para los aviadores del siglo XXI que buscan abordar la planificación y la conducción de las operaciones expedicionarias. Con esto, a continuación se presentan algunos casos pertinentes. 

Líderes de la Fuerza Aérea Promueven las fuerzas expedicionarias 

- 1920, Gen. Billy Mitchell ideó las "brigadas" (todo tipo de aviones) capacitadas y preparadas para misiones en el hemisferio y en el extranjero. 
- 1940, Gen. Hap Arnold organizó las "fuerzas aéreas" (todo tipo de aviones) para misiones en el hemisferio--luego organizó las fuerzas numeradas para enviarlas al extranjero. 
- 1944, Gen. Hap Arnold organizó unidades de "comando aéreo" (todo tipo de aviones) para misiones expedicionarias en China, Burma y la India. 
- 1953, Gen. Glenn Barcus, Comandante de TAC, experimentó con Fuerzas Mixtas de Ataque Aéreo para responder rápidamente a misiones remotas. 
- 1955, Generales Nathan Twining y O.P. Weyland organizaron la Decimonovena Fuerza Aérea (todo tipo de aviones tácticos) para el despliegue de corto aviso al extranjero. 
- 1990s Gen. Tony McPeak formó las Alas Mixtas (aviones mixtos maniobrando juntos) para crear un elemento de fuerza eficaz. 
- 1994, Gen. John Jumper, Comandante de la Novena Fuerza Aérea de ACC, propagó la idea de la Fuerza Aérea Expedicionaria (fuerza con aviones mixtos y de despliegue rápido). 
- 1998, Gen. Mike Ryan introdujo la idea de las Fuerzas Aéreas Expedicionarias (una serie de FAEs compuestas de muchos tipos de aviones) para misiones globales. 

Antecedentes Operacionales 


La idea de este conjunto de unidades aéreas para misiones lejanas aparece a inicios del siglo aéreo. El General Billy Mitchell, recién llegado del puesto de comandante de las fuerzas aéreas mixtas en Francia, sugirió que las fuerzas aéreas en "Brigadas" conformadas por aeronaves de bombardeo, seguimiento, ataque y observación formarían una "reserva estratégica eficaz" para desplazarse rápidamente a cualquier amenaza lejana a las fronteras del país. A inicios de la década de los años 1940, con el estallido de la guerra en Europa, el General H.H. Arnold organizó las fuerzas aéreas numeradas, primero para proteger al hemisferio y luego para utilizarlas en el ámbito global. Bien adentrado en la guerra, Arnold organizó una serie de grupos de comandos, dotándolos con una variedad de aviones para facilitar las operaciones independientes en regiones remotas. 

Las dificultades experimentadas al desplegar poderío aéreo táctico, listo para el combate, como respuesta a la crisis en Corea en 1950, exhortaron al Comandante de TAC, el General Glenn O. Barcus, y al futuro Jefe de Estado Mayor, Nathan Twining, y al futuro Comandante de TAC, O. P. Weyland, a organizar fuerzas tácticas de reacción rápida para utilizarlas en situaciones precarias alrededor del mundo. La preocupación con la guerra en Vietnam ocasionó la desaparición de estas primeras fuerzas de ataque mixto. El General Merrill McPeak vio la necesidad de revivirlas inclusive antes de la Guerra del Golfo en 1991. Él experimentó con fuerzas mixtas con distintos tipos de aviones operando en una base. La única de estas unidades que aún está funcionando es la 366ava Ala en Mountain Home. El General Jumper organizó una fuerza provisional con aviones mixtos que, con un tamaño pequeño, podría reaccionar a misiones que se desarrollasen rápidamente. 

Estas FAE proporcionaban fuerzas de tarea aérea económicas para las misiones de corta duración. El alto ritmo operacional (Ops Tempo) y de personal (Pers Tempo) de las unidades aéreas convenció al actual Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea (CSAF) a reorganizar la fuerza en una serie de 10 FAE, que podrían turnarse para responder a misiones sin guerra declarada que parecen dominar la estrategia nacional a inicios del siglo. 

Las Legiones Expedicionarias Romanas 

- Series de unidades más pequeñas fomentaban la capacidad de maniobra; combinadas para lograr más resistencia. 
- Flexibilidad en el equipo, las tácticas y la organización. 
- Fuerzas livianas y transporte eficaz fomentaron la movilidad. Piense en el poderío aéreo dentro del contexto de carreteras y barcos romanos. 
- La legión constaba de infantería, caballería, ingenieros, etc., para operaciones independientes. 
- Las fuerzas profesionales se adiestraban y combatían juntas. 
- Tecnología, organización y adiestramiento superior. 
- Poder asimétrico: ganar batallas aún cuando había mayor número de contingentes. 
- Apoyo conjunto con la armada romana y otras unidades auxiliares; apoyo de la coalición o de aliados según era necesario. 
- Mientras participaban en contingencias, construían de noche los campamentos fortificados. 
- Fuerzas especiales diseñadas para misiones específicas. 
Antecedentes Operacionales 

Las derrotas en el campo de batalla y el incendio de Roma en el año 390 (antes de Jesucristo) mostraron que la falange era demasiado rígida para derrotar a los bárbaros que carecían de cohesión. Los romanos se reorganizaron en unidades más pequeñas que permitían que el comandante maniobrara sus fuerzas durante la batalla. Para llenar el vacío entre las unidades y para extender el alcance letal de las armas de los soldados más allá del alcance de una lanza, los romanos reemplazaron sus lanzas de largo alcance con lanzas más cortas (jabalinas). Para poderlas lanzar eficazmente, las tropas tenían que estar más separadas. 


De cerca, los romanos dependían de sus lanzas más cortas y de esta formación abierta. Para controlar estas unidades más pequeñas, los romanos crearon una nueva organización: la Legión. Cada Legión tenía una organización establecida de aproximadamente 5,000 soldados de infantería junto con un contingente orgánico de caballería. Sin embargo, lo que las convertía en organizaciones verdaderamente independientes eran las diversas tropas especializadas que no sólo hacían el trabajo administrativo y de mantenimiento sino que construían y operaban las catapultas y proporcionaban los conocimientos necesarios de ingeniería. 

Durante los próximos trescientos años, los romanos mejoraron su armamento y remendaron su organización. La última reforma importante tuvo lugar bajo Mario alrededor de 100 (antes de Jesucristo) cuando Roma canceló el requisito de ser dueños de propiedad para poder unirse a la legión y se convirtió en una fuerza de profesionales. Estos integrantes de la Legión se adiestraban más intensamente y por más tiempo que sus antecesores, y estaban más dispuestos a servir en campañas de larga duración lejos de Roma. Contando con mejor equipo, organización y adiestramiento, las Legiones Romanas podían pelear repetidamente, aún cuando las cifras del enemigo eran mayores, y ganar en contra de sus adversarios desde Escocia hasta en el Desierto de Sahara. 

Sin embargo, las Legiones rara vez operaban solas. Más bien eran el centro de las fuerzas expedicionarias robustecidas por auxiliares y aliados que proporcionaban la mayor parte de la caballería, los arqueros y las tropas livianas. Estas fuerzas reducían substancialmente las demandas que se le hacía al personal limitado de Roma y eran particularmente importantes para enfrentar las amenazas asimétricas (v.g., pequeños ataques de morder y correr de la caballería y los arqueros). Por lo tanto, los auxiliares y los aliados le permitieron a los comandantes romanos crear fuerzas de tarea cuidadosamente a la medida para enfrentar las amenazas específicas y maximizar el poder de combate del pequeño número de legiones. 

Enfocarnos en el equipo, la organización y el éxito en el campo de batalla de la Legión Romana no nos debe distraer de su extraordinaria movilidad estratégica. La Legión se desplazaba de manera rápida y liviana, y también utilizaba a la Armada Romana y la extensa red de excelentes caminos para lograr velocidades insuperables hasta la era del vapor. A Mario se le acredita con exigirle a sus tropas que transportaran su propio equipo, y aunque esto provocaba que las tropas se quejaran de ser las "mulas de Mario", los obligó a viajar ligeros y los independizó de las carretas tiradas por bueyes que eran tan vulnerables y que retrasaban a sus enemigos. Inclusive viajar liviano no anulaba los problemas de protección de fuerza. Mientras estaban en marcha, cada noche las legiones fabricaban campamentos fortificados. 

Expedición de Napoleón a Egipto: 1797 

La superioridad naval pudo contener y luego derrotar a una fuerza terrestre superior. 
La falta de dotación adecuada de las fuerzas puede resultar en derrota y desastre. 
Las ventajas de la movilidad ayudan durante las etapas iniciales. 
Hay grandes debilidades sin las bases de avanzada amigas. 
Con el tiempo, el enemigo puede hacer innovaciones y adaptarse. 
Los disturbios locales intensifican los problemas de protección de fuerza. 
El peligro de permitir que los problemas nacionales dirijan las expediciones militares. 

Antecedentes Operacionales 

En 1797, aunque extenuados por una guerra larga e irresoluta en Europa, los franceses lazaron una campaña en Egipto. Ellos estaban convencidos de que podrían poner de su parte a los ciudadanos locales a causa de la mala administración crónica y que la ocupación de Egipto debilitaría el comercio británico en la zona al igual que proporcionaría una ayuda para atacar la joya del Imperio Británico: la India. En el ámbito nacional, Napoleón consideró ésta como una oportunidad para aumentar su prestigio (imitar a su héroe Alejandro Magno) mientras que su Directorio lo vio como una oportunidad para sacar de Europa al peligroso y ambicioso Napoleón. 

En mayo de 1798, Napoleón partió secretamente de Francia con una expedición grande que constaba de cientos de buques, alrededor de 40,000 tropas, 1,200 caballos y 161 rifles. La cifra pequeña de caballos era crítica porque limitaba el número de rifles y caballería que los franceses podrían mantener en campaña. En contraste, Napoleón ganaría victorias arrolladoras con grandes cantidades de artillería, los ataques de la caballería y la temible persecución de la caballería en Europa. La falta de caballos le negó la movilidad operacional a Napoleón--una ventaja importante. 

La Armada Real fue sorprendida cuando los franceses partieron rumbo al este, no hacia Gran Bretaña, permitiéndole a la Armada Francesa, que era inferior, que llevara su expedición a Egipto. Los franceses hicieron a un lado con facilidad la oposición local y ganaron una victoria importante y desequilibrada en contra de fuerzas mayores en julio de 1798 en la Batalla de las Pirámides. Sin embargo, la acción decisiva fue una batalla naval al siguiente mes cuando Nelson sorprendió y aniquiló durante la Batalla del Nilo a la flota francesa que estaba anclada. Napoleón estaba incomunicado del exterior. La pregunta ahora fue si Napoleón podía ser derrotado y qué podría lograr aislado. Los egipcios civiles no simpatizaban con el gobierno francés; por el contrario, lo resentían y se rebelaron contra él. 

Además, había amenazas externas. A principios del siguiente año, los franceses avanzaron hacia el norte para evitar que los turcos atacaran a Egipto. Pero mientras los franceses ganaban sus victorias, no podían vencer la ciudad de Acre. Nuevamente, la superioridad naval británica fue decisiva. Una fuerza relativamente pequeña de la Armada Real capturó el tren de asedio de Napoleón y lo entregó a los defensores de la ciudad. La falta de una artillería pesada francesa, unos cuantos asesores británicos, abastecimientos de afuera, y apoyo de fuego provisto por la Armada Británica, ayudaron a los defensores de la cuidad a soportar el bloqueo de dos meses. (Además, las enfermedades habían destruido al Ejército Francés.) 

Después de una difícil marcha, Napoleón regresó a Egipto con gran parte de su fuerza y, aunque ganó otra Victoria en Egipto, abandonó su ejército y regresó a Francia en octubre de 1799. Inclusive sin Napoleón y con los abastecimientos interrumpidos, el Ejército Francés era superior a sus enemigos pero estratégicamente ineficaz. Pudo soportar por casi dos años antes de rendirse en junio de 1801. 

Organización en Serie de la Fuerza de Napoleón: 1800s 

- La flexibilidad siempre ha sido un atributo clave de las organizaciones militares prósperas. 
- El cambio eficaz requiere volver a pensar y hacer, no uno, sino muchos elementos. 
- La movilidad se puede lograr a través del equipo, las tácticas y la organización. 
- La movilidad es de suma importancia, inclusive para las fuerzas terrestres. 
- Similitud de estructura de fuerza en serie. 
- Comunicaciones eficaces y subordinados innovadores. 
- La protección de fuerza es más sensible para las fuerzas de división individuales. 

Antecedentes Operacionales 

Napoleón Bonaparte fue un comandante brillante que ganó grandes victorias con el ejército más rápido y más flexible en Europa. Tradicionalmente, los ejércitos europeos organizaban sus infanterías, artillerías y caballerías en regimientos separados y sólo los reunían cuando formaban un ejército para una campaña y luego avanzaban en conjunto. Este método proporcionaba una protección de fuerza excelente porque todo el ejército podía apoyar inmediatamente cualquier parte del ejército que fuese atacado. Sin embargo, esto limitó al ejército a uno que se desplazaba en un camino recibiendo apoyo desde una base de avanzada, limitando así la velocidad, la logística y el tamaño del ejército. 


Desplazarse por un solo camino también le facilitaba al enemigo poder vigilar el progreso del ejército y, por ende, tornar la sorpresa estratégica en algo prácticamente imposible. En contraste, los franceses dividieron su ejército en divisiones que constaban de infantería, caballería y artillería que podían desplazarse y pelear por sí solas. Para mejorar el mando y control, intercalaron un cuartel general del cuerpo entre el comandante del ejército (Napoleón) y las divisiones. Esta nueva organización le permitió a los franceses poder avanzar por muchos caminos, apoyados desde varias bases de avanzada, y por ende apoyar fuerzas más grandes que se movían más rápido que sus enemigos. Este a menudo le permitió a Napoleón poder sorprender y aplastar sus enemigos. 

Sin embargo, el precio de las ventajas de logística, movilidad e inteligencia (había espías por doquier) de esta nueva organización fue la protección de fuerzas. Las divisiones fueron diseñadas lo suficientemente fuertes como para contener por varias horas el ejército del enemigo mientras que el cuerpo (varias divisiones) podía contener el ejército del enemigo por todo un día. La división atacada sería reforzada por el resto de su cuerpo y, antes de que el enemigo pudiese arrollar el cuerpo, sería atacado desde diferentes direcciones por otros cuerpos del ejército francés, marchando al sonido de los rifles para convergir en la fuerza enemiga. Por lo tanto, inclusive si todo un ejército atacase una sola división francesa, los franceses prevalecerían. 

El éxito del sistema dependía de las comunicaciones eficaces y los subordinados innovadores. Al seleccionar y capacitar cuidadosamente a los comandantes de división y de los cuerpos, Napoleón contaba con fuerzas en las cuales podía depender inclusive cuando estaban fuera de su vista. Aunque no contaba con tecnología moderna para comunicarse, él creó un sistema de órdenes e informes escritos que le permitían coordinar las movidas de su fuerza dispersada. Haciendo uso de la red de caminos de Europa occidental y tropas rápidas y entusiastas, los agresivos ejércitos franceses podían maniobrar mejor, marchar más y, a menudo, sorprender las fuerzas enemigas más lentas. 

Operaciones Expedicionarias durante la Guerra Civil: 1865 

- Se prefieren las fuerzas mixtas--infantería, caballería y artillería. - Movilidad--todos a caballo--para una fuerza mixta eficaz. - Ventaja asimétrica con armamento superior. - La inteligencia superior ganó la situación. - Innovación en las operaciones requería líderes eficientes e independientes. 

Historia Operacional 

La idea de organizar fuerzas expedicionarias mixtas (en aquel entonces significaba una mezcla de infantería, caballería y artillería) surgió a inicios de la Guerra Civil. La "Hampton Legion", organizada por Wade Hampton, un terrateniente sureño rico, fue particularmente famosa. Conocida como la batalla de Bull Run en julio de 1861, la prueba de movilizar simultáneamente una fuerza mixta fracasó. Sólo partes de la fuerza lograron llegar a Manassas, la caballería y la artillería eran demasiado "pesadas" para el transporte disponible. La legión de Hampton fue repartida a otras unidades similares. Otra iniciativa del sur, la legión de Thomas Cobb de tres armas mixtas, llegó a considerarse demasiado pesada y la legión fue dispersada después de Antietam. Michael Corcoran organizó una legión mixta para el norte que duró hasta que él murió en la batalla de Cold Harbor. 

Las organizaciones que son inducidas por la personalidad tienen que considerarse en campañas de larga duración. Sin embargo, el concepto de trasladar una fuerza mixta fue restablecido al final de la guerra por los generales del norte para un ataque expedicionario importante en el sur de Estados Unidos. 

Fue a inicios de la primavera, al final de la guerra, en marzo de 1865, cuando el General de División James H. Wilson encabezó una fuerza expedicionaria hacia el corazón de Dixie (nombre dado a los estados del sur). Tenía una base de avanzada en el Río Tennessee cerca de Gravelly Springs, Alabama, en una ruta de ferrocarriles logísticamente conveniente hacia el norte, como un lugar para agrupar, equipar y adiestrar a sus hombres. Su fuerza mixta constaba de una infantería, caballería, artillería e ingenieros, todos montados y sumamente móviles. 

Todos portaban lo más moderno de la tecnología de armamento, los fusiles Spencer de repetición. La labor extensa de inteligencia proporcionó una garantía de la ventaja asimétrica tanto en números como en equipo. Esto fue de especial importancia en vista de la existencia de una fuerza enemiga en la región bajo el mando del famoso general de la caballería confederado, Nathan Bedford Forrest. Y una característica prominente de la invasión de Wilson fue la innovación de los subordinados; a las tropas experimentadas y bien adiestradas se les exhortaba a que se adaptaran al entorno. Wilson dividió sus fuerzas en tres segmentos, cada uno independiente y autosuficiente. La fuerza causó estragos en Alabama. Capturó Tuscaloosa, Selma, Montgomery e, inclusive, llegó a Columbus, Georgia, cuando la capitulación del General Lee al General Grant le dio fin a esta operación expedicionaria impresionantemente eficaz. 

La Rebelión de los Bóxers: China, 1900 

- La logística siempre es decisiva para lograr el éxito. 
- Hay que pagar un precio por utilizar expediciones ad hoc de la coalición. 
- El mando combinado preexistente puede ser importante para el éxito. 
- Las fuerzas profesionales, bien equipadas, adiestradas y guiadas señalan la victoria. 
- Las fuerzas separadas tienen que ser independientes y autónomas. 

Antecedentes Operacionales 

El fin del siglo XIX fue un momento de rápidos cambios tecnológicos, políticos y económicos que golpearon a la China. Esto propició sentimientos anti Occidentales y el desarrollo de insurgencias anti Occidentales. Los occidentales denominaron "Bóxers" a una de estas insurgencias más grande y más importante. Con el apoyo del gobierno, se tornaron más temerarias y, en el verano de 1900, interrumpieron rutas importantes de ferrocarriles e intentaron matar a todos los occidentales que se encontraban en la China. Los occidentales se escondieron en los lugares más seguros disponibles y pidieron auxilio. El más famoso y grande de estos enclaves era el sector diplomático de Beijing donde 925 occidentales estuvieron atrapados por casi dos meses hasta que les llegó ayuda. 


La primera fuerza internacional enviada para ayudarlos constaba de tropas y buques de guerra que ya estaban en la China. Esta fuerza capturó una base en la costa de Taku y rescató a los occidentales acosados en Tientsin. Sin embargo, su elemento terrestre era de solamente 2,100 efectivos y no podía abrirse paso hasta Beijing a través de las fuerzas de los Bóxer y del gobierno de China. Este fracaso provocó una pelea descabellada para organizar una fuerza de rescate más grande. La fuerza diversa que surgió era de casi 20,000 efectivos, incluyendo 2,100 tropas norteamericanas. 

La expedición de ayuda tuvo éxito porque estas tropas eran más profesionales y estaban mejor equipadas y guiadas que sus enemigos. Las fuerzas de rescate llegaron más desorganizadas y menos equipadas que lo que debieron haber estado, y carecían de una estructura que podía controlar e integrar los ocho contingentes nacionales que se sospechaban entre sí. Esto retrasó el rescate. Las fuerzas chinas más grandes permanecieron en la defensiva y no podían aprovecharse de la diversa fuerza de rescate. La incapacidad de los aliados de integrar eficazmente las actividades de diferentes fuerzas nacionales significó que cada fuerza luchó prácticamente independiente, pero afortunadamente todos los contingentes nacionales grandes contaban con caballería y artillería y por lo tanto podían operar independientemente de las otras fuerzas. 

Los tres factores claves para el apoyo logístico exitoso de la expedición fueron la base asegurada en Taku, la decisión de seguir el río y depender de chatarras en lugar del ferrocarril, y el tamaño pequeño de la fuerza expedicionaria. Esta fuerza pequeña era sumamente letal y eficaz y se pudo apoyar, mientras que una más grande, y quizás más letal, pero menos capaz de ser apoyada hubiese fracasado. 

Desastre en Irak, la Batalla de Kut: 1916 

- La lentitud de la misión es siempre un problema latente. 
- Las tácticas tienen que encajar con la situación técnica, militar y geográfica específica. 
- Un ejército que es propio para un tipo de guerra puede fracasar fácilmente en otra. 
- Siempre es esencial contar con una evaluación precisa de las capacidades de los aliados y del enemigo. 
- El transporte aéreo eficaz requiere mucho más que aviones, tripulaciones y buenas intenciones. 
- Inclusive la tecnología obsoleta del enemigo puede obstaculizar la victoria. 
- Las comunicaciones y la logística eficaz apoyan el éxito. 

Antecedentes Operacionales 

A fines de septiembre de 1915, una expedición británica avanzó por el Río Tigris y derrotó un gran ejército turco en Kut (alrededor de tres cuartos de la distancia entre el Golfo Pérsico y Bagdad). Luego, al comandante británico se le ordenó que se continuara a Bagdad, lo que hizo, aunque protestando de que sus fuerzas eran inadecuadas y sus líneas de abastecimiento eran pocas. El Alto Mando buscaba una victoria económica para contrarrestar el estancamiento tanto en el Frente Occidental como en los Dardanelos, y pensó que la campaña simultánea en los Dardanelos obligaría a las tropas turcas a retirarse. 

También pensaban que su ejército profesional, sumamente experimentado y disciplinado, que había tenido tanto éxito en las campañas coloniales en contra de las tribus primitivas al noroeste de la frontera con la India, podría derrotar fácilmente cifras superiores de tropas turcas tal como lo había hecho hasta el momento. Las fuerzas británicas que constaban de aproximadamente 12,000 efectivos avanzaron río arriba hasta Ctesiphon, alrededor de 22 millas de Bagdad, donde a finales de noviembre atacaron y atrincheraron una fuerza turca de 18,000 hombres. Esta batalla sangrienta le costó un tercio de bajas a los británicos y más de la mitad a los turcos. Pero los turcos retuvieron su superioridad numérica y sus posiciones, y obligaron a los británicos a retirarse de Kut donde el comandante optó esperar por ayuda. 

Los turcos asediaron a los británicos en Kut e intentaron destruirlos antes de que llegara la ayuda. El ejército asediado soportó numerosos asaltos de los turcos, pero no pudo hacer más. Los británicos pudieron lanzar abastos por paracaídas, pero si bien esto ayudó, el transporte aéreo no cumplía con los requisitos. Mientras tanto las fuerzas de ayuda marcharon hacia Kut y pelearon en cierto número de batallas a principios de 1916. Pero mientras que podían acercarse a Kut, no podían levantar el bloqueo, y sufrieron 24,000 bajas. 

Un movimiento ruso a través de Persia (Irán) llegó a la frontera de Mesopotamia demasiado tarde como para servir de ayuda. El 29 de abril una guarnición de 10,000 hombres se rindió después de haber aguantado 147 días, uno de los periodos más largos en la historia. Esta también fue la cifra más grande de tropas británicas que se han rendido hasta la fecha, sobrepasando las 8,000 bajo Cornwallis en Yorktown, y no fue superada sino hasta la caída de Singapur en 1942. La derrota en Kut fue golpe para el orgullo y el prestigio de los británicos. Ellos fracasaron porque extendieron demasiado sus comunicaciones, sobrestimaron sus capacidades logísticas y utilizaron tácticas anticuadas en contra del poder mejorado de ametralladoras y fusiles de repetición, manejadas por tropas decididas que estaban bien atrincheradas. 

La Expedición Mexicana Punitiva: 1916 

- Contar con el equipo adecuado es esencial para el logro de la misión. 
- La deficiencia en el adiestramiento puede limitar severamente las operaciones y podría ser un indicio de desastre. 
- Los militares norteamericanos tienen que estar preparados para luchar contra cualquier enemigo, en cualquier lugar y en cualquier momento. 
- Las operaciones aéreas dependen del apoyo y la logística adecuada. 
- Ejemplos de militares norteamericanos en operaciones internacionales de orden público. 

Antecedentes Operacionales 

En 1911, el gobierno mexicano fue derrotado y el país cayó en una guerra civil que se esparció al otro lado de la frontera. Veintisiete ataques a lo largo de la frontera mataron a nueve soldados y seis civiles norteamericanos. En enero de 1916, las fuerzas leales a Pancho Villa asesinaron a ocho americanos en México, y en marzo de 1916 atacaron la ciudad de Columbus, Nuevo México, matando a ocho soldados y ocho civiles. El Presidente Woodrow Wilson le ordenó a las fuerzas norteamericanas, bajo el mando del General John Pershing, que capturaran a Villa en México y activó la Guardia Nacional para luchar en la frontera mexicana-norteamericana. 

La inexperta arma aérea del Ejército norteamericano envió el 1er Escuadrón Aéreo que constaba de ocho aviones, diez pilotos y apoyo de personal equipado con camiones y motocicletas. Esta fue la primera expedición para los aviadores norteamericanos. También le dio a las fuerzas del Ejército de EE.UU. una herramienta posiblemente potente en esta operación sumamente móvil en terreno escabroso. Pero el servicio de los aviadores fue menos que distinguido. Los aviones de poca potencia no pudieron cruzar las montañas de 10,000 hasta 12,000 pies, solamente podían transportar cargas útiles de 265 libras, y el clima del desierto los afectó. 

Las hélices quebradas fue un problema ocasionado por el clima. Además, las máquinas eran sumamente sensibles en los controles y carecían de instrumentos. No contaban con comunicaciones o ayudas a la navegación, ametralladoras o bombas. No es de sorprendernos que todos, salvo los dos pilotos con más experiencia, consideraban que estos aviones no eran seguros. El adiestramiento también era primitivo, prácticamente no existía, ya que sólo uno de los pilotos del escuadrón había volado de noche, ¡y solamente lo había hecho una vez!. Después de un mes de operaciones, sólo dos de los ocho aviones estaban aptos para volar. 

A pesar de grandes promesas, los aviadores norteamericanos sólo podían entregar correspondencia y hacer envíos en una campaña en la que el poderío aéreo pudo haber desempeñado un papel significativo, sino decisivo. Al mismo tiempo que el Ejército de EE.UU. participaba en una guerra de guerrillas en México, los europeos participaban en la segunda guerra mundial. Uno de los resultados positivos de este operativo fue darle a conocer a los medios de comunicación, al pueblo y a los gobernantes la difícil situación de la aviación del Ejército norteamericano. 

Las Primeras Fuerzas Aéreas Expedicionarias (FAE): 1995-96 

- El despliegue de una FAE puede realzar las relaciones con el país sede o la coalición. 
- Las unidades rotativas fueron concebidas como un resultado lógico de la experiencia. 
- Las primeras misiones pueden lanzarse a las 24 horas de los aterrizajes iniciales. 
- Es importante contar con una infraestructura establecida en el país anfitrión. 
- El despliegue de una FAE puede ser flexible ante las exigencias inesperadas sobre los recursos de uso conjunto. 
- Los recursos de la FAE se pueden intercambiar con las fuerzas expedicionarias de otras armas. 
- Los despliegues de la FAE ayudan a los ejercicios combinados y conjuntos. 
- Se comprobó que el reach-back (acceso a tropas/fuerzas en EE.UU.) era un concepto válido para aumentar las fuerzas desplegadas. 

Antecedentes Operacionales 

El concepto de la Fuerza Aeroespacial Expedicionaria, según lo presagiado por la 366ava Ala Mixta del General Merrill McPeak, fue anunciado inicialmente por el General John Jumper cuando era el comandante de CENTAF, y luego establecida por el General Mike Ryan como el nuevo concepto de organización para la USAF. Fue "probada en campaña" por primera vez bajo condiciones operacionales reales en una serie de tres despliegues al Oriente Medio de 1995-96. 

La FAE I fue desplegada a Bahrain desde el 28 de octubre hasta el 18 de diciembre de 1995; la FAE II a Jordania desde el 12 de abril hasta el 28 de junio de 1996; la FAE III a Qatar desde el 24 de junio hasta el 20 de agosto de 1996. Cada una de ellas dejó equipo en el país anfitrión para poder apoyar una FAE futura. Para poder conservar los lazos con las fuerzas armadas del país anfitrión y para disminuir los problemas de apoyo a la familia, la Novena Fuerza Aérea de CENTAF designó subsiguientemente a tres de sus alas para proveer los elementos básicos o principales para las futuras FAE destinadas a esos países. 

Estos tres primeros despliegues de las FAE modernas fueron educativos tanto en similitudes como en sus diferencias, aunque las similitudes predominaban. Todas generaron una proporción significativa de las misiones requeridas de CENTCOM durante los periodos de sus despliegues. Las tres lanzaron sus primeras misiones en 24 horas después de los aterrizajes iniciales. Las tres tenían acceso a una infraestructura bien desarrollada de los aliados del país anfitrión. La FAE I, la primera prueba del concepto, era más moderada en tamaño y tarea, desplegando 18 F-16, con 576 efectivos y creando 637 misiones de vuelo. En contraste, las FAE II y III tenían 30 y 34 aviones caza, 1,150 y 1,200 efectivos y 918 y 1323 misiones, respectivamente. 

La FAE II demostró la flexibilidad del concepto cuando se ajustó al cambio no anticipado del transporte aéreo y la reprogramación del transporte aéreo para apoyar las operaciones como consecuencia del accidente fatal del CT-43 del Secretario de Comercio, Ron Brown, al igual que operaciones humanitarias en Liberia. La FAE II, al cubrir la "falta de portaaviones" entre el 14 de mayo y el 24 de junio de 1996, también demostró su capacidad de intercambiar con la fuerza expedicionaria de otra arma--por lo menos para ciertas misiones. Otra virtud de la FAE II fue la oportunidad que brindó para mejorar las relaciones y el adiestramiento con Jordania, un aliado putativo de la coalición, que en ese entonces estaba esperando la entrega de sus propios F-16. 

La FAE III incluyó cuatro iniciativas dignas de mencionar: (1) realzó aún más las capacidades de operaciones combinadas al llevar a cabo ejercicios con otros socios en el Golfo, y también efectuó operaciones conjuntas con elementos de la Armada de Estados Unidos en el Golfo. (2) Combinó los recursos en la zona (12 F-15 que ya estaban en el Golfo) con otros 22 aviones caza que estaban desplegando desde el territorio continental de Estados Unidos (CONUS). (3) Además de los aviones en el teatro, tres B-52 y un B-1 estaban a petición de manera permanente. (4) Por último, la FAE III se convirtió en la primera en montar una misión de poderío global cuando dos de sus B-52 a petición hicieron un vuelo de ida y vuelta desde la Base Aérea Barksdale, Louisiana, y lanzaron 27 bombas Mk-117 en el Campamento de Armas Udari en Kuwait. 

Aunque estas tres primeras pruebas del concepto contemporáneo de la FAE fueron algo modestas en alcance, fueron verdaderamente exitosas en lograr las misiones encomendadas de cumplimiento de la paz y de disuasión. Además, fueron los primeros casos en una FAE en desarrollo que le proporciona confianza y dirección a la iniciativa en curso de implementar la visión del Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea de una Fuerza Aeroespacial Expedicionaria. 

Autores 
Dr. Daniel R. Mortensen 
Dr. William L. Dowdy 
Dr. Kenneth P. Werell 
Sr. Thomas R. Searle 

Fuente: Aerospace Power Journal 

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